Ir al contenido principal

LIBERTAD DE PRENSA?, Chavez, Cristina y el periodismo.

Escribe Daniel Avellaneda,
desde Buenos Aires.


El diálogo se produjo durante una cena, a principios de 2000. Un ex mandatario de la Nación conversaba con el CEO de uno de los holdings más importantes del país. La charla no era amena. Es que el político en cuestión tenía información privilegiada que podía minar el terreno de la compañía de su interlocutor. Enfrente, el hombre ni se inmutó. "¿Usted quiere volver a ser Presidente?", le preguntó.
Y, sin mediar respuesta, devolvió: "No se olvide que yo tengo un puesto mucho más importante".



La historia es verídica. Los protagonistas, Carlos Menem, ex mandamás argentino, y Héctor Magnetto, capo de Clarín, el periódico de mayor tirada en el territorio de este país. 


La conclusión: el Gobierno siempre tuvo lazos estrechos con el poderoso medio de la cornetita roja, incluso en los tiempos en los que dominaba la Dictadura Militar. 


Desarrollado como un diario independiente, al margen de los intereses propios, el quiebre de esa cordialidad que solía tener con los presidentes de turno se quebró hace dos años, cuando libró una batalla irreconciliable con el entonces mandatario, Néstor Kirchner, fallecido el año pasado. El origen de la pelea, que tuvo su pico máximo en el desenlace de marzo pasado, cuando un grupo de piqueteros bloqueó la planta distribuidora que el periódico posee en el barrio porteño de Barracas, tiene distintas versiones. Una de ellas indica que Kirchner, a través de su chofer Rudy Ulloa, quiso comprar el periódico por mil millones de dólares. El ex Presidente lo desmintió públicamente. No obstante, unos días después, la ciudad amaneció empapelada con carteles que rezaban "Clarín, miente", "Clarín quiere inflación", "Clarín aprieta". Inmediatamente, el periódico sacó un comunicado denunciando la interferencia de la señal de sus radios en el interior del país. Y responsabilizó al Gobierno. "¿Qué te pasa, Clarín? ¿Estás nervioso?", fue la frase que popularizó Kirchner, a quien le decían pingüino porque nació en Río Gallegos, Santa Cruz, al Sur de la Argentina. La guerra verbal creció sin freno. Y mientras Clarín publicaba noticias enfocadas en remarcar las deficiencias del Gobierno, desde la Presidencia pergeñaban un golpe al mentón del multimedio: la Ley de Medios Audiovisuales.




Con el objetivo de debilitar al Grupo Clarín, se buscó la desmonopolización de los grandes holdings, fijando topes en el otorgamiento de licencias. Y se disolvió el acuerdo que había entre la empresa Torneos y Competencias, propiedad del Grupo Clarín, y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Con una inversión de 600 millones de pesos por año, pagados por el Estado, o sea, por todos los argentinos, se logró que todos los partidos del torneo de Primera División fueran televisados en vivo y en abierto. Bajo el lema "Fútbol Para Todos", los canales del Grupo Clarín ya no pudieron reservarse el derecho de mostrar los goles de cada fin de semana por la noche. A esa altura del domingo, ya se habían visto absolutamente todos. Y el gran negocio de la pelota pasó a manos del Estado.

Justamente el Estado, socio de Clarín y el diario La Nación en Papel Prensa, la empresa que provee las páginas para imprimir los periódicos, buscó tener una mayor participación bajo la exigencia de comprar acciones. Al mismo tiempo, el Gobierno le brindó ayuda económica a C5N, el canal del empresario Daniel Hadad. Y creó dos diarios 'El Argentino' y 'Tiempo Argentino' con el fin de monopolizar la opinión pública. Casualmente, o no, lo que el Gobierno le critica al diario. Haz lo que yo digo, no lo que yo hago.

El Gobierno también hurgó en el pasado y reclamó un examen de ADN para los hijos de Ernestina Herrera, la viuda de Roberto Noble, el fundador del diario. Felipe y Marcela, según las denuncias, habrían sido adoptados y sus padres biológicos serían desaparecidos durante el proceso militar. Y a pesar de la muerte de Kirchner, su mujer, Cristina Fernández, siguió la misma línea de confrontación que su marido. Sumando como principal aliado a Hugo Moyano, jefe de la Central Gremial de Trabajadores (CGT), responsabilizado por el Grupo Clarín como el impulsor del bloqueo realizado el 26 de marzo pasado. Fueron 12 horas de tensión hasta que los 80 trabajadores liberaron el acceso. Clarín denunció a la Ministra de Seguridad, Nilda Garré, por la inacción policial. Incluso, a pesar de que un fallo judicial había instado a la desconcentración de los manifestantes. Desde el Gobierno aseguraron que el diario no permitía reclamos gremiales y recordaron que no existe una Comisión Interna desde el año 2000, cuando se despidieron a 200 empleados. El multimedios se defendió con el argumento de que no hay reclamos de planta, que sólo se generaron iniciativas individuales.



La respuesta de Clarín, en su edición del 28 de marzo, fue una portada en blanco. Y una pregunta: ¿qué pasaría si no saliera nada en la portada de un diario? ¿Eso es lo que quiere el Gobierno? Todo cuestionable, tanto como el premio que le ha dado la Universidad de La Plata a Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, por su apoyo a la libertad de prensa. En Caracas lo acusan de haber cerrado varios canales de televisión. Si ese es el modelo a seguir...






Comentarios

Entradas populares de este blog

EDUARDO CHAPERO JACKSON . A contraluz

Una entrevista de Ana Díaz. Eduardo Chapero-Jackson , cineasta madrileño y guionista de los tres cortos más premiados del cine europeo, acaba de presentar “A contraluz” , una trilogía que reúne sus laureadas creaciones “Contracuerpo”, “Alumbramiento” y “The End”. Tres en uno, tres historias, tres cortometrajes que exploran la naturaleza humana, tres emocionantes relatos sobre personas que se enfrentan a situaciones límite en sus vidas. Aprovechamos este inminente estreno en las salas comerciales, para entrevistar al creador. Por qué has elegido el lenguaje de los cortos? El cortometraje es un formato precioso, proporciona una libertad y una creatividad que a veces es difícil de encontrar en el largo. Igual que la novela y el cuento en la literatura, el largo y el corto en el cine enriquecen cada uno a su manera el medio. Lo que también está claro es que abordar un largometraje sin experiencia previa, en mi opinión es una osadía. Hacer cine es muy complicado y difícil, más vale

CARCEL O INFIERNO. Los lúgubres penales venezolanos.

Escribe Lilian Rosales de Canals. Los ritmos se hacen cómplices junto a la jerga carcelaria de negociaciones, emboscadas y venganzas. Códigos de honor rotundamente desconocidos reinan entre  pasiones humanas, el ser humano se abandona a las inclinaciones de su vida afectiva. Todo esto y un poco más queda expuesto en el minucioso trabajo de animación de Luidig Ochoa , un joven ilustrador venezolano que tras las rejas experimentó la intensidad de las cárceles de aquel país y cuyo innato talento para el dibujo le ha bastado para armar la serie de animación Cárcel o Infierno que dispone de 11 capítulos en YouTube . Su apego a la realidad aunado a la excelente estética que consigue, le ha valido para sumar más de un millón de visitas. Su usuario en Twitter @luidigalfo cuenta con más de 36.500 seguidores. Pero la intención de Ochoa , lejos de hacer apología del delito, es la de mostrar lo extremo de aquella bizarra experiencia tanto para los presos como para sus familiares, mientras

MAFIA EN CATALUNYA. Se consolida la Camorra italiana en el país

El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Palermo,   Giuseppe Carlo Marino , se refirió en su libro “Historia de la Mafia” (2002) a esta organización delictiva como “un poder en las sombras" , no sin razón, y citó las palabras de un párroco del lugar: "El siciliano siempre ha sentido al Estado como un extraño que no interviene para hacer justicia contra la afrenta recibida" . Este testimonio explica cómo se convierte il capo en la persona capaz de hacer justicia rápida y efectiva, bajo la premisa de que la familia es sagrada y el único lugar seguro. Este precepto ha favorecido una moral de la resignación, la obediencia y la complicidad. Y una única ley basada en el silencio: la omertà.